Rentabilidad

Parece claro que cuando hablamos de tipos de interés en general, habría que unificar los distintos procedimientos, con el objetivo de que podamos comparar unas rentabilidades con otras. Para poner todos los tipos en una base comparable se desarrolla el concepto de TAE y TIR.

 

LA TASA ANUAL EQUIVALENTE

La Tasa Anual Equivalente (TAE), se trata de un indicador que muestra el coste o rendimiento real de un producto financiero, es decir, lo que recibe el prestamista, por “ceder” su dinero durante un periodo de tiempo. El TAE incluye el interés, los gastos y las comisiones bancarias, e indica el rendimiento en tanto por ciento anual.

El TAE es un indicador cuyo uso o función principal es permitir la comparación de distintos productos financieros o inversiones de igual naturaleza, cuyo riesgo es igual o muy semejante. La comparativa que nos permite llevar a cabo la Tasa Anual de Equivalente se realiza previa contratación del préstamo o la inversión.

 

La Formula del TAE:

 

 

·         r : Es el tipo interés nominal expresado en tanto por uno.

·         f: Frecuencia de pagos/cobros de intereses:

-       12 si el tipo es mensual

-       6 si el tipo es bimestral

-       4 si el tipo es trimestral

-       3 si el tipo es cuatrimestral

-       2 si el tipo es semestral

-       1 si el tipo es anual

 

TASA INTERNA DE RENDIMIENTO

La Tasa Interna de Rendimiento (TIR), es un indicador que permite conocer de manera exacta el rendimiento efectivo de inversiones que ofrecen la posibilidad de cobrar intereses de manera periódica durante el tiempo que dura la operación. Es decir, se trata de la tasa media que iguala el coste inicial de la inversión con los ingresos que se van generando a lo largo de toda la operación.

La TAE, tiene es de gran utilidad a la hora de realizar comparaciones entre inversiones que presentan distintas características de periodicidad  en cuanto a ingresos o gastos se refiere.

 

LA FORMULA DEL TIR:

 

Donde:

·         Ft: Es el Flujo de Caja en el periodo t

·         N: es el número de periodos

·         I: es el valor de la inversión inicial

Riesgo

Entendemos por riesgo desde un punto de vista financiero, al conjunto de factores que influyen en que una determinada inversión obtenga una rentabilidad distinta a la esperada en un principio. Esta variación en la rentabilidad puede ser bien por encima o por debajo de la esperada.

 Los productos de renta fija simple que ofrecen poco riesgo, suelen ofrecer una baja rentabilidad. Esto se debe a que, por lo general, el riesgo suele ir asociado a la rentabilidad, es decir, a mayor riesgo mayor rentabilidad y viceversa, aunque esto no siempre es así.

 Un activo de renta fija puede acumular distintas fuentes de riesgo:

• El riesgo de tipos y el riesgo de precio:

 El riesgo de tipos y el riesgo de precio, dependen de la relación entre el horizonte temporal de la inversión con el vencimiento del activo adquirido, y las variaciones del tipo de interés en ese periodo.

Cuando el vencimiento del periodo de inversión es inferior al vencimiento del activo, el inversor se verá obligado a vender este en el mercado secundario. Esta situación puede dar lugar a dos opciones: 

-       Si  durante el periodo, los tipos de interés han subido, la rentabilidad obtenida será inferior a la esperada.

-       Si durante el periodo, los tipos de interés han bajado, la rentabilidad obtenida será superior a la esperada.

Por el contrario, si el vencimiento del periodo de inversión es mayor al vencimiento del activo, el inversor, deberá adquirir otro hasta que se complete el periodo. Este hecho, puede generar lo conocido como riesgo de reinversión, es decir, puede ocurrir  que durante ese periodo de tiempo la rentabilidad ofertada por esos activos sea inferior a la ofrecida en un principio para ese intervalo de tiempo.  

Tras la explicación anteriormente presentada, es fácil entender entonces cómo afectan los tipos de interés a los precios de la renta fija en el mercado secundario:

-       Cuando los tipos de interés de las nuevas emisiones aumentan, los precios de las ya existentes bajarán. Esto se debe a que  los inversores sólo estarán dispuestos a comprar emisiones de las ya existentes, si el precio de éstas se reduce garantizando de esa forma una rentabilidad equivalente a la de las nuevas emisiones.

-        Cuando los tipos de interés disminuyen, el precio de las emisiones antiguas por el contrario, subirá.

La sensibilidad del precio frente a variaciones en los tipos de interés, se mide mediante la duración de la vida del bono, es decir, cuanto mayor sea la duración, mayor será el riego, puesto que hay una mayor exposición a las subidas o bajadas de los tipos de interés que harán que el precio del producto sufra mayores subidas o bajadas.

 

El riesgo de tipo de cambio:

Se trata del riesgo que se produce ante las variaciones en los tipos de cambios de las divisas, y solo afecta a los activos que se encuentran denominados en moneda extranjera.

 

El riesgo de crédito o de insolvencia:

Este riesgo va relacionado con la posibilidad de que el emisor del valor, no pueda hacer frente a los pagos, o los realice con retraso. 

Hoy en día, cada vez se tiene más en cuenta la calidad de crédito del emisor.

 

• El riesgo de falta de liquidez:

 Se refiere a que, hay casos en los que si el inverso necesita recuperar su dinero con rapidez, es decir, con antelación a que se cumpla el periodo, este se puede ver sometido a una penalización.

En algunos productos financieros, la cuantía de la penalización se prevé con antelación en el contrato. En cambio, en otros, será el mercado el que determine la liquidez y el precio de la inversión.

También, existen productos que no son negociables y no permiten amortización anticipada, o que en caso de que se permita, la penalización es tan alta que puede llegar a perderse del patrimonio invertido.